Tablas de Quesos
Tablas de Quesos
Una tabla de quesos es un aperitivo perfecto que no puede faltar en nuestros eventos y reuniones especiales. Teniendo todos los ingredientes a mano, no llevará mucho tiempo montarla de forma fácil y sencilla. Aquí te contamos lo que necesitas saber y las claves para que quede perfecta.
Qué es una tabla de quesos
Es la composición de diferentes tipos de quesos, dispuestos de forma artística, combinando diferentes sabores, aromas y texturas muy distintos entre sí, pero que combinen bien. Se puede acompañar con diferentes frutas y verduras que hagan contraste en nuestro plato.
El éxito de nuestra tabla de quesos no se basa solo en la calidad y cantidad de productos que coloquemos en ella. También debemos tener en cuenta el tamaño de las porciones, la temperatura y los acompañantes que vamos a emplear para la presentación.
Qué debe llevar una tabla de quesos
Antes de elaborar una tabla con quesos, es necesario tener a mano todos los ingredientes que vamos a utilizar. Si vamos a colocar quesos que se pueden untar, podemos incluir pan tostado, galletas o chips.
También es necesario tener en cuenta el número de comensales que vamos a invitar, así como la formalidad del evento. No será lo mismo montar tabla de quesos para una cena informal, que para una boda o una fiesta de jóvenes de 15 años.
Es recomendable optar por quesos curados, semi curados, blandos y para untar. Si vamos a incluir embutidos, no puede faltar el prosciutto y el jamón serrano. Las frutas más populares son las uvas, peras, manzanas, higos y frutos secos. Se pueden incluir mermeladas, miel o salsas para untar.
Para que nuestra tabla de quesos originales quede perfecta, bonita y elegante, debemos tener en cuenta que las diferentes texturas, colores y formas armonicen entre sí. No olvides la cubertería específica para cada uno de los ingredientes que vamos a colocar.
Qué quesos poner en una tabla de quesos
Una buena tabla de quesos debe contener un mínimo de cuatro tipos deferentes; sin embargo, lo ideal es que contenga entre cinco y ocho con características diferentes, entre los que podemos elegir:
1.- Quesos para untar: son de elaboración reciente y se caracterizan por ser muy suaves y blandos, se utilizan para untar. Entre este tipo de quesos encontramos los requesones, tarrinas de queso, el queso crema, torta del Casar, Serena y similares, con corteza muy blanda o carentes de esta.
2.- Quesos envejecidos: también conocidos por su corteza enmohecida, con la peculiaridad de que cuando son jóvenes pueden tener poco sabor, pero al llegar a cierto grado de maduración, son exquisitos. Entre estos quesos podemos encontrar el Camembert, Pastura con Trufa, Zamorano, entre otros.
3.- Quesos azules: entre estos quesos podemos encontrar los de sabor suave, maduros y fuertes. Estos últimos pueden no ser del agrado para quienes no están acostumbrados a su sabor, pero se pueden suavizar con mantequilla, miel, mermelada o frutas.
Los quesos azules más comunes son: el Roquefort, Cabrales, Gorgonzola y Montagnolo. Estos quesos quedarán muy bien al hacer una tabla de quesos y si lo acompañamos con un buen vino o un cava, obtendremos una combinación perfecta.
4.- Quesos secos: se caracterizan por ser duros debido al tiempo de envejecimiento, que puede tardar meses o años. En esta categoría podemos encontrar infinidad de quesos, siendo los más conocidos el Pecorino, Parmesano, Manchego, Gruyere y el Gouda.
5.- Quesos de corteza lavada: se pueden encontrar con sabores suaves o fuertes, muchos de los cuales fueron elaborados originalmente en Monasterios. Su nombre se debe a que son frotados con salmuera para fomentar el crecimiento de la bacteria que los ayuda a madurar. Aqui podemos encontrar el Queso Pacencia.
Entre los quesos de corteza lavada podemos mencionar el Munster, el Reblochon, Cañarejal, Saint Felicien o el Serena, entre otros.
6.- Quesos aromatizados: se les añade en su preparación hierbas aromáticas o especias para darles más sabor. Se utilizan quesos suaves y frescos como el Burgos, Feta, Mozzarella, o elaborados con leche de cabra o de búfala. Estos quesos son muy apreciados en las tablas de quesos y embutidos.
¿Qué se necesita para armar una tabla de quesos?
Para la presentación tabla de quesos éxito, debemos tener a mano algunos elementos esenciales:
1.- La tabla: lo ideal es que sea de madera firme, resistente a los cortes y que no absorba olores. En caso de no disponer de una, podemos emplear una de pizarra negra, de granito, un plato de vidrio elegante y, como última opción, una bandeja decorada con hojas de uva.
2.- Los quesos: arriba te dimos varias opciones de tipos de queso a escoger. También puedes hacer tu tabla con quesos de acuerdo con un país en específico, por ejemplo, una tabla de quesos franceses, italianos, españoles, etc.
3.- El tamaño y el corte de los quesos: muchas personas acostumbran a colocar trozos grandes de queso y que cada comensal decida la porción que va a tomar. Sin embargo, esto lo resta vistosidad y elegancia a la tabla.
Lo ideal es cortar porciones pequeñas de entre 80 y 100 gramos si se trata de un aperitivo, o piezas de entre 175 y 200 gr si es un plato principal, sobre todo, si se trata de una reunión formal. Al momento de realizar los cortes, es conveniente hacerlo de acuerdo con sus características:
Los quesos azules: se cortan en cuñas grandes y luego en forma de abanico, al bies hasta el borde, evitando porciones muy gruesas.
Los quesos semiduros: se parten por la mitad y luego en cuña, para hacer posteriormente triángulos iguales desde la corteza hacia el centro. Se deben evitar trozos muy finos o muy gruesos. Esta técnica aplica igual para los quesos redondos grandes.
Quesos cilíndricos: se cortan en rodajas y se pueden presentar en esta forma, o cortarlos a su vez en porciones triangulares, como son nuestros rulos.
Quesos cuadrados o rectangulares: se pueden cortar en tiras, bastones, en forma de triángulo o en cubos, aquí tenemos nuestro Queso Nacencia
Los quesos blandos: siempre se cortan triangulares, en pociones un poco gruesas para evitar que se deshagan. Como nuestra torta curada
Quesos duros: se cortan en trozos irregulares, empleando para ello un cuchillo tipo punzón y se presentan con la forma que queden. Aquí podemos elegir nuestro Añejo de barros o nuestro queso de Corazón Extremeño
Quesos con agujeros: Estos tipos de quesos como el Emmental o el Gouda se cortan en porciones rectangulares.
Hay que tener siempre presente que, a los quesos, al igual que las carnes, pescados y embutidos, les puede variar el sabor de acuerdo con el corte que le hagamos. De ahí la importancia de cortarlos de forma adecuada para no estropear su sabor y textura.
A la hora de cortar los quesos, se recomienda utilizar un cuchillo diferente para cada uno, así evitamos contaminarlos con los sabores de unos y otros.
4.- La temperatura: otra peculiaridad que tienen los quesos es que la temperatura puede modificar los matices del sabor. Lo recomendable es servirlos a temperatura ambiente, por lo que se deben sacar del refrigerador unos 15 o 20 minutos antes de armar la tabla de quesos.
5.- Los acompañamientos: si la selección de los quesos y su corte juegan un papel fundamental, el acompañamiento tabla de quesos no es menos importante:
El pan: es un acompañante fundamental en las tablas de quesos preparadas. Se lleva muy bien con todos los tipos de quesos y son una combinación exquisita. Lo recomendable es conseguir al menos blando, integral y tostado.
Las galletas: al igual que el pan tostado le dan ese toque crujiente que a muchos nos gusta en compañía de un buen queso. Las galletas tipo crackers son una buena opción, aunque dependerá del gusto de cada cual.
Las frutas frescas: si quieres resaltar sabores, nada mejor que una tabla de quesos y frutas frescas. Escoge siempre las que estén maduras y sin ningún tipo de mancha. Puedes colocar kiwis, uvas, manzanas, peras, dátiles, melocotones, entre otras.
Frutas desecadas: la dulzura de este tipo de frutas resalta el sabor de todos los quesos y en especial los cremosos. Podemos colocar pasas, orejones, dátiles o higos deshidratados. Con esta combinación, tendremos asegurado el éxito de nuestro evento social.
Frutos secos: lo crujiente de las nueces, pistachos, almendras y avellanas será perfecto para combinar y resaltar el sabor de cualquier queso.
Embutidos y carnes frías: Las anchoas y embutidos como el jamón, pepperoni o el salami, le darán un toque especial y por lo que no deben faltar en los ingredientes tabla de quesos y jamones.
La miel: así como las mermeladas y las frutas dulces, son ideales para suavizar el sabor de los quesos azules, de buen gusto a nuestra presentación de quesos.
Otros maridajes: podemos acompañar nuestra tabla de quesos, jamones y frutas con aceitunas, encurtidos, verduras, aceite de oliva o pimentón, siendo perfectos para refrescar y resaltar el sabor de los quesos.
6.- La bebida para acompañar la tabla de quesos: la mejor bebida para acompañar quesos es, sin duda alguna, un buen vino. Aun cuando no existe una regla fija sobre cómo combinar quesos y vinos, hay que buscar uno que vaya muy bien con la mayoría de los quesos de nuestra selección.
Algunas claves para maridar quesos con vinos son:
- Combinar siempre los quesos de sabor fuerte con vinos tintos jóvenes, blancos melosos, dulces naturales o espumantes con estructura. Para quesos con sabores suaves, los mejores vinos son los tintos con cuerpo, rosados, espumosos o semisecos.
- Los quesos para untar, blandos y envejecidos quedan muy bien con vinos blancos secos, blancos jóvenes, espumantes, o blancos ligeros y afrutados. También funcionan muy bien los vinos de buen aroma y tintos vigorosos.
- Para acompañar quesos azules, nada mejor que un buen vino tinto fuerte, espumosos frescos, vinos blancos jóvenes y secos con buena estructura. Sin embargo, si buscas un perfecto equilibrio, un vino tinto dulce y poderoso será tu mejor opción.
- Los quesos duros van muy bien con vinos tintos estructurados y con aporte de madera. También se pueden acompañar con vinos blancos de Chardonnay.
- Si tienes alguna duda sobre qué vino será el mejor acompañante, puedes optar por utilizar varios tipos de vino, y que los comensales decidan de acuerdo con sus gustos. Pero si tu presupuesto no da para tanto, los vinos extremeños, vinos de jerez y de oporto son los que mejor armonizan con todo tipo de quesos.
Puedes disponer de otros tipos de bebidas, como cervezas, sidras, café, chocolate, té negro o licores dulces, para aquellos comensales a los que no les guste el vino, o prefieran acompañarlo con otros líquidos.
No olvides el agua mineral, que es y será siempre la mejor bebida como el acompañante ideal y queda bien en cualquier ocasión, siempre y cuando no tenga olores o sabores extraños.
Con todas estas recomendaciones y poniéndolas en práctica, tenemos suficiente información para hacer un maridaje al gusto y cerrar con broche de oro la degustación con tabla de quesos.
Cómo armar una tabla de quesos
Las tablas de quesos preparadas, al igual que las obras de arte, no solo serán apreciadas por tus invitados, sino que las degustarán y luego comentarán sobre ellas durante la velada. Por eso es conveniente tener en cuenta algunas recomendaciones que serán de mucha utilidad.
Los quesos con sabores fuertes y de mayor dureza se deben colocar al centro, dejando los más suaves en el borde, en caso de tablas redondas. Si la tabla es alargada o cuadrada, se colocan siguiendo el orden de las agujas del reloj.
Si la cantidad de comensales es grande, lo recomendable sería emplear varias tablas pequeñas y ubicar en ellas una o dos clases de quesos. Podemos separar los tipos de quesos utilizando lonchas de jamón enrollado en forma de cilindro.
Los frutos secos, las frutas frescas, las galletas y el pan pueden también ubicarse separando cada variedad de queso, ubicándolos directamente sobre la tabla, estéticamente colocados. Las aceitunas, aderezos y miel deberán ser colocados en pequeños bols.
Puedes utilizar ramitas de estragón, albahaca u otra hierba aromática. También puedes utilizar como elemento decorativo las hojas de uva, para resaltar la presentación. El éxito no está en cuánto gastes en los ingredientes, sino en la disposición de cada uno de los elementos que coloquemos.
Recuerda que lo más importante es la calidad de los productos que se utilicen y no la cantidad, respetando siempre sus cualidades para no dañar el sabor. Es mejor colocar pocas variedades muy bien presentadas que una sola ostentosa y mediocre a la vez.
Las bebidas pueden estar colocadas estéticamente detrás de la tabla de frutas y quesos, o a un lado, teniendo cuidado de que no sean fáciles de derramar y causar accidentes. En caso de que el espacio disponible sea pequeño, dispondremos de una mesa cercana donde colocar las botellas de vino.
Tablas de quesos en forma de árbol de navidad
Nada llama más la atención en una mesa que los aperitivos navideños, sobre todo porque requieren ser servidos de una forma sofisticada. No importa si están elaborados con ingredientes cotidianos como el caso del queso, el toque decorativo los hará verse de forma especial.
Las tablas de queso en forma de árbol de navidad son muy sencillas de hacer y serán valoradas por nuestros invitados. Aquí te dejamos unas claves de como presentarlas:
1- Los quesos: puedes emplear entre 5 y 7 variedades de quesos diferentes. En este caso los cortes no se harán como hemos explicado más arriba, sino que todos serán cortados en cubos con las mismas dimensiones y de un tamaño regular.
2.- Los acompañantes: Puedes emplear uvas verdes y rojas, pan cortado en tamaños similares al queso, tomates cherry, galletas tipo crackers redondas, ramilletes de hierbas aromáticas y cualquier otro ingrediente de tu elección.
Para el montaje se sugiere emplear una tabla de madera y colocar en la base del árbol algún ramillete de hierbas, para luego ir colocando cada ingrediente alternando un tipo de queso y un acompañante en forma piramidal. Se puede culminar con un queso suave con una forma navideña.
A esta preparación se le pueden agregar embutidos, que serán cortados en cubos de tamaño similar al de los quesos. Las ramitas de hierbas se colocan de forma estratégica para que resalten la decoración. Se le puede agregar un pie al árbol de quesos, utilizando Fuet como tronco.
Utensilios para tabla de quesos
Como dijimos anteriormente, cada queso requiere de un corte y una forma correcta de servirlo y algunos quesos requieren de utensilios específicos para poder cortarlos. Tal es el caso del suizo Tête de Moine que requiere de una especie de guillotina llamada “girolle”.
Con los cuchillos para queso ocurre algo similar que con los de pan: una vez que los probamos y obtenemos el resultado deseado, no los soltamos más. La razón de esto es que están diseñados concretamente para cortar quesos y de ahí que cumplan muy bien su función.
El tipo de cuchillos para tabla de quesos que vayamos a comprar dependerá del tipo que necesitemos cortar:
1.- Para quesos blandos, semiduros y cremosos: se puede utilizar un cuchillo de hoja ancha perforada que termina en punta. Los agüeros sirven para evitar que el queso se adhiera al utensilio.
2.- Quesos con textura frágil: para quesos de cabra o tipo Roquefort, se recomienda el uso de guillotinas que facilitan los cortes.
3.- Quesos duros y extraduros: el cuchillo idóneo es pequeño, de hoja corta de 10 cm y en forma de almendra. También puedes emplear un cuchillo raspador para cortar tiras finas o para raspar la corteza del queso.
4.- Para quesos semi duros: podemos emplear el cuchillo de doble mango. Se consiguen en varios tamaños, por lo que al adquirir uno de estos, debemos tener en cuenta el alto y ancho del queso que vayamos a cortar.
5.- Set de cuchillos de queso: suelen incluir un juego de cuatro o más cuchillos para cortar varios tipos de quesos por un coste bastante accesible.
6.- Girolle o laminador de queso: aunque se utiliza para el queso suizo Tête de Moine, podemos emplearlo para decorar diferentes quesos. Al deslizar la cuchilla sobre la pieza de queso, podemos crear una hermosa roseta.
7.-La lira de quesos: suele emplearse para realizar cortes en quesos muy grandes. Se utiliza colocando el filamento que trae la lira sobre la superficie del queso y luego hacemos presión hacia abajo. El alambre se encargará de realizar el corte.
Otros accesorios para acompañar la tabla de quesos: de nada nos sirve tener una tabla de quesos bien presentada si no tenemos donde servirlos. Es por ello que debemos disponer de platos o envases pequeños en los que poner las porciones que vayamos a degustar.
La cantidad de platos para el servicio de quesos dependerá del número de comensales que hayamos invitado. No te olvides de las servilletas; estas pueden ser de tela o papel y en cantidades suficientes para todos los asistentes.
Tabla de queso para regalar
La tabla de quesos regalo es un verdadero acierto cuando buscamos sorprender a un verdadero amante de este fascinante producto. Es una opción bastante original y nos hará quedar muy bien. Es un obsequio ideal para cumpleaños, bodas, bautizos y demás.
Cuándo servir las tablas de quesos
No existe una regla fija sobre el momento más conveniente para presentar a nuestros comensales la tabla de quesos y fiambres para su degustación. Todo dependerá de lo que nosotros tengamos dispuesto. Si la vamos a utilizar como entremés, se puede colocar desde el principio de la velada.
Si hemos determinado emplearla como plato fuerte, entonces debe servirse al momento de la cena. También puede ir perfectamente como postre, y en ese caso la serviríamos después de cenar.
Dónde comprar tabla de quesos
Una tabla de quesos perfecta puede ser la mejor solución para banquetes, bodas y otros eventos donde se busca la mayor satisfacción para los invitados y comensales. Si estás buscando tablas para queso, en nuestra página web encontraras el mejor surtido y en variados tamaños.
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